quiero beber café

No pienso dejarte a medias, creo que te estoy mal acostumbrando.
Aveces pienso que no debería dejar que me besaras, que no tendría que decirte que te deseo
Pero aún así lo hago.
Pero tú me reprochas, me pides, me suplicas, y si te soy sincera, me encanta que hagas eso, me haces sentirme pasional.
Pero yo tengo miedo, porque siento que te necesito, que no sales de mi mente, pero que será de mi ahora.
Ahora que creo q me he enamorado de ti, ahora que recuerdo nuestra promesa, una relación puramente corporal, dejando atrás los sentimientos.
Pero he tenido que traicionarme a mi, a ti y a mi corazón.
¿Qué he de hacer ahora?, ignorar lo que  siento y seguir como si nada.
O plantarme frente a ti y decirte lo que siento.
Creo que lo dejaré estar.
-Laura creo que  tenemos que hablar- me dijo con una voz serena y segura.
MIERDA, se ha enterado, me encantaría decir "tierra trágame"
pero prefiero que ahora te lo tragues a él, así me ahorrare el discurso.
-Quería pedirte perdón-
Claro , y decirte que "no es por ti es  por mi" que no estoy preparado para una relación seria...
Vamos como si te mueres de ganas y te digo que me duele la cabeza.
-Es que no he cumplido mi palabra-
¿perdona?, me he perdido.
- Yo me he dejado llevar y creo, bueno sé, que me he enamorado de ti.
Me gustaría saber en que momento nos hemos cambiado los papeles.
-¿No vas a decirme nada?-me pregunto con el temor dibujado en la cara.
-Me apetece una café.
Posé un beso en sus labios y me fui a la cocina a prepararme un  café.

Welcome to me BED

Sabes que no me gusta seducirte.

Pero es que me lo pones tan fácil, te pones tan a tiro.
Que me resulta casi imposible, no acercarme muy lentamente a ti, y rozarte poco a poco el cuello
con la yema de mis dedos.
Y luego poso mis labios en tu mejilla, y noto como contienes la respiración y tiras de mí para que me siente encima.

Recorrer cada línea de tu pecho, y recrearme en tu figura.

Que beses cada recoveco de mi cuerpo, y te pierdas en mis pechos, que me beses los muslos y...
Aferrarme a las sabanas, retorcerme del placer.
Sentir a presión que ejerce tu cuerpo sobre el mío, el roce de tu cuerpo, el calor que desprendes, la tensión que se crea.

Que enrosques tu mano en mi pierna, que me acaricies la cintura, que me beses el cuello, me susurres al oído, oír como disfrutas, sentirme tuya.

Dejar que me dirijas, que me guíes que me mandes.

Notar tus respiraciones en mi rostros, que tus pulsaciones se aceleren, y que llegues a...

Y entonces me acurruques en tu pecho me beses el pelo y me digas que me quieres.

Si, tienes razón he de confesarte que todas estas cosas no me gustan

Tal vez, sean más que palabras

Estaba sola, no reconocía nada de aquella fúnebre habitación.

El, ¿que fue de el?, no sabia donde estaba el, pero mientras seguía estando sola.

Tenía miedo, todo era distinto, porque cambiaron tanto las cosas.

Temía que no fuera igual que antes, necesitaba sentir tus abrazos un día más, y tu egoísta y consentido te daba todo el amor que podía y tú no hiciste nada.

Pobre de ti que hiciste que llorara.

Pobre de ti que no supiste amar a tiempo.

Todo daba vueltas, tenia ganas de parar al mundo y gritar “Yo me bajo aquí”

Tenia ganas de llorar, y de gritar hasta dejar de sentir la garganta, pero sentía que no era capaz.

Porque el amor va por encima del odio que sentía.

Pensaba que morir de amor sería bello.

Y ahora quiero preguntarte algo, ¿porque pensaste que sufría yo, cuando la que se moría era ELLA?

Nadie ha sido capaz de mirar más allá de las palabras…

Porque no todo es lo que parece...

Mientras ella moría de amor, yo moría de pena.